Cambios en Industria automotriz por T-MEC: retos y oportunidades

Cambios en Industria automotriz por T-MEC: retos y oportunidades

Los automóviles han sido el principal producto de exportación de México a Estados Unidos dentro del TLCAN, ahora con el T-MEC las oportunidades se fortalecen, sobretodo para San Luis Potosí porque se privilegia la proveeduría regional, la mano de obra local de una industria que ya opera en la Entidad y puede atraer a nuevas inversiones.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha fortalecido el comercio entre México y Estados Unidos por más de 30 años, sobretodo en las manufacturas; en todo el 2019 hubo un intercambio comercial de 601 mil millones de dólares y el principal producto exportado desde territorio nacional fueron los automóviles y de los importados: las autopartes, según datos de la Secretaría de Economía y del Banco de México.

Ahora, con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), las oportunidades  crecen desde su entrada en vigor el 1 de julio, sobre todo para la región con mayor actividad en la industria automotriz, como San Luis Potosí, por su ubicación y crecimiento manufacturero.

Los principales cambios para la industria se divide en 4 elementos centrales de la

regla de origen automotriz“:

  • Valor de contenido laboral
  • Valor de contenido regional
  • Autopartes esenciales
  • Acero y aluminio

Estos elementos son los que desde ahora privilegian la proveeduría regional y la mano de obra local, incluyendo la investigación y desarrollo, ya que se establecen porcentajes mínimos que se deben cumplir en la proveeduría regional en los siguientes 3 años, hasta llegar al nivel que acordaron los 3 Gobiernos.

Esto significa que la industria automotriz debe tener un porcentaje mínimo, establecido en el T-MEC para la contratación de personal mexicano, de insumos locales, de tecnologías, entre otros y va aumentando cada año por 3 años, hasta llegar al máximo punto o el “óptimo”, ya que el objetivo es privilegiar el producto, servicio y mano de obra nacional.

Participación mínima regional

Por ejemplo, en el valor de contenido laboral, que abarca materiales, manufactura, investigación, tecnologías de información y gastos de ensamble, se establece que por lo menos 40 por ciento en autos ligeros sea regional en 3 años, así que en este 2020 se comenzó con 30 por ciento.

El reto será que haya empresas o la infraestructura suficiente para abastecer esta demanda local, lo que también abre oportunidades de crecer en la región.

Además, en el rubro laboral, se debe aplicar de manera efectiva la legislación laboral, implementar los derechos laborales, atención a casos de violencia contra trabajadores, protección a migrantes, combate al trabajo forzoso; y protección contra la discriminación en el empleo.

En el valor de contenido regional, se simplificó y flexibilizó la metodología, porque se elimina el “rastreo” y se permite el “roll-up” o principio de acumulación, es decir que las partes o autopartes provengan de la región en todos sus componentes y se evite considerar como regionales a los productos de otras naciones, principalmente asiáticas; aquí la meta es lograr que sea 75 por ciento en 3 años y se inicia con 66 por ciento.

En Autopartes esenciales la meta es que sea el 75 por ciento, esto significa que las autopartes que requiera una unidad deben ser regionales en un lapso de 3 años, por ahora se arranca con 66 por ciento; en el caso del Acero y Aluminio las compras regionales deben ser de 70 por ciento.

De esta forma se tiene en la regla de origen un beneficio en la proveeduría local y también en la mano de obra, lo que puede atraer inversiones de otras naciones para instalarse en San Luis Potosí y el mayor parque industrial del País.

La Secretaría de Economía tiene  dividido a detalle el valor de contenido regional en esenciales (motor, transmisión, chasis y carrocería….), principales (bombas, carburante, ventiladores, rodamientos…) y complementarias (tuberías, cerraduras, válvulas), de tal forma que la nueva regla de origen privilegia el trabajo de producción automotriz y permite visualizar dónde están las oportunidades.

Dimensiones

En un vistazo a la historia, las estadísticas demuestran el crecimiento y la importancia del intercambio comercial con Estados Unidos; la propia Secretaría de Economía compara el año de 1982, cuando la economía mexicana estaba al borde del colapso, luego del desplome de los precios del petróleo, en el que se establecieron las bases del TLC, y ese año las exportaciones eran de 26,757 millones de dólares y el 38 por ciento eran de la industria manufacturera.

En ese 1982, la dependencia federal dimensiona que se manejaban 5 marcas en la industria automotriz y para el 2019, (tras 25 años de TLC) eran 20 marcas.

San Luis Potosí, un estado que se ha destacado por atraer inversión extranjera y albergar a la industria automotriz mantiene un nivel de exportación, lo que dimensiona su crecimiento en el sector y las oportunidades que se vislumbran con los cambios al Tratado Comercial..

Otros cambios

Otra modificación relevante es que se eliminan los certificados de origen y sólo podrá solicitar trato arancelario preferencial con una certificación del T-MEC, de no contar con ella se devuelven los aranceles en un año.

Y se reducen los costos derivados de las operaciones en Aduanas.

Éstas son algunas pinceladas de los cambios del T-MEC y de las oportunidades que se abren para la industria automotriz; sobre todo, en una de las regiones de mayor actividad en este sector como lo es San Luis Potosí, donde se encuentran instaladas dos plantas armadoras BMW y GM.